miércoles, marzo 26, 2008

Optimismo???

Ayer empecé a escribir un post para esto. Suponía como siempre supongo que alguien lo leería y no diría nada, porque al final no hay nada que decir. ;D Siempre supongo que hay personas oyendome, leyendome, que existen personas a las que les importo, y a las que no me unen lazos de sangre. Creo que se podría decir que soy un optimista, pero ¿que puedo alegar para ser tan optimista?

No lo sé. Digo, tengo un ego exageradamente grande, y quisiera que el mundo girara alrededor mio. Lastimosamente mi ego logra justo lo contrario, las personas nunca logran acercarse lo suficiente para conocerme o para yo conocerlas.

Soy extremadamente inteligente, pero cuando la ansiedad me invade esa inteligencia juega en mi contra, porque sólo encuentra más razones para decirme que las cosas están mal, que mi fin está cerca.

Soy tan creativo que probablemente sería capaz de ser un gran escritor en el futuro, y tengo talento. Pero mi apatía mi impide dedicarme a cualquier cosa durante mucho tiempo. Nunca voy a ser capaz de escribir un gran libro porque siendo sinceros no me interesa de verdad hacerlo.

Soy absolutamente encantador, pero las personas me asustan. Soy incapaz de comprender en terminos logicos el mecanismo utilizado por las personas para relacionarse socialmente. Y aun si lo lograra sería solo una mascara lo que se acercaría a ellos. Yo sólo sería un fantasma, un ser que parece estar, pero nunca está.

Sufro de depresión desde hace años, y he aprendido a vivir con ella, a no dejarme llevar por los pensamientos autodestructivos, a no hacerme cortadas en los brazos, ni arrancarme trozos de piel con cortauñas, a no dejarme seducir por los pensamientos suicidas; a no permitir que mi fascinación con la sangre y el dolor sean demasiado evidentes. Pero la depresión vive conmigo entre 8 y 10 meses al año. El resto del tiempo me siento como si el mundo de veras tuviera sentido, pero me siento apartado de él, cómo si lo viera en el cine, cómo si toda mi vida fuera solo un film en primera persona.

No soy capaz de sentir emociones con fuerza. Puedo diferenciar claramente entre el amor, el odio, la amistad, la pasión y la fascinación; pero todos se sienten sumamente atenuados. Como si mi alma estuviera anestesiada y supiera que algo ocurre pero no pudiera sentir cómo le abren las entrañas. Sólo las cosas nuevas me emocionan un poco. Ahora que hay emociones que me afectan profundamente: el miedo y la ansiedad, mi sicologa dice que es porque no estoy preparado para lidiar con emociones fuertes, y el miedo, al igual que la ansiedad son respuestas de un area de mi cerebro que se halla en perfectas condiciones.

Una amiga de cartagena no creia en la sicoterapia, y yo no creo en eso tampoco Pero me gusta saber que alguien me escucha. Y si no hay nadie alrededor mio invoco a cualquier persona con la que quisiera hablar en el momento y le hablo comosi estuviera allí, incluso puedo oir sus voces al responderme. Por lo anterior se podría pensar que estoy predispuesto a la esquizofrenia, lastimosamente no es así; no logro perderme del todo en mis fantasias esquizofrenicas, no importa que tanto necesite evadirme, no puedo dejar de lado el mundo real sin más. Soy un optimista, creo que algún día voy a lograr algo que haga que todo esto haya valido la pena.

Y soy un optimista porque a pesar de estar un poco condenado a estar solo, siempre en el momento en que más he necesitado de una mano amiga alguna aparece, mi familia me ayuda, algun antiguo amigo se hace presente, o conozco a alguien que me guía hacia la salida del laberinto que me tiene atrapado. Sé que cuando entro al siguiente laberinto voy a estar solo, y que la mayor parte de mis amistades duran unas pocas semanas, un par de meses a lo sumo. Pero sé tambien que no soy el unico en el laberinto, que no soy el unico que a veces se siente desesperado, sé que cuando lo necesite, cuando no encuentre la salida y el suicidio se convierta en una opción seductora, alguien aparecera. Y finalmente sé algo que me permite seguir adelante a pesar de todo, algun día voy a poder mirar atras y pensar que todo tuvo sentido, o que al menos intenté encontrarselo, y con eso me bastaría.

domingo, marzo 16, 2008

Volver (escrito para una revista)

Me llegó una convocatoria de una revista de mi U, y pues yo siempre había querido escribir algo para ellos así que decidí aprovechar la oportunidad. Proponian que se escribiera sobre politica, economia, sociedad, cronicas o relatos de viaje. Y pense en escribir sobre mi viaje.

Volver.( para oir con la cancion de gardel.)

Pocas veces en mi vida he viajado a algún lugar de veras interesante; nunca he hecho uno de esos viajes a lugares extraños, no he comido cucarachas en Malasia, ni he probado la sopa de gusanos de seda, nunca estuve perdido en el desierto, jamás naufragué por días hasta que un barco pesquero me encontró por casualidad. Y como nunca he salido del país no he montado en un bus de dos pisos, o escrito mi nombre en la torre eiffel; no conozco las prisiones de Afganistán, ni he sido perseguido por neonazies en las calles de Madrid. Hay, sin embargo, un viaje en mi vida que realizo de forma rutinaria dos veces al año. En junio y en diciembre, sin falla, abordo un avión que tras un vuelo tormentoso de hora y media me deja en Cartagena, mi ciudad natal.

Hace unos años una amiga, nacida en Bogotá, me dijo que no le gustaba volar a Cartagena, primero porque siempre viajaba allá con su abuelo; cuando él murió el viaje resultó ser tan triste que ella y su familia abandonaron la ciudad tras un par de días, nunca más volvió. Pero había otra cosa que no le gustaba, y eso es precisamente lo primero que veo cuando llego a Cartagena sin importar en que silla me halle, si es de día o de noche, si estoy de buen o mal humor. Ella se sentía adolorida por las casas tan pobres que se pueden ver al lado de la pista al aterrizar. Ella no es la única que siente eso, no hay manera de evitar condolerse. He oído que para resolver el problema hay una petición para construir en ese lado de la pista un muro que evitará que los turistas se sientan desgraciados.

El clima puede ser agradable de a ratos, la noche es más bien fresca a veces, y Cartagena tiene la ventaja de tener una vida nocturna interesante, claro, de vez en cuando . Ahora si a uno le gustan las experiencias extremas, Cartagena ofrece una experiencia única en el mundo: resucitar. Sólo se necesita un cuarto caliente y tener un par de horas libres. Se entra al cuarto, se apaga el abanico y cualquier cosa que refresque. Uno se acuesta y se permite ser poseído por el calor y el cansancio. De repente habrán pasado dos horas, el cuerpo te duele, el alma te duele, y tienes la sensación de que probablemente estas en el infierno. La buena noticia, tras un baño con agua fresca uno puede terminar de despertar, la mala noticia es que las neuronas perdidas no se recuperan.

Hay otra actividad en la que Cartagena destaca, el aspecto culinario. Si uno tiene guía (en mi caso es útil, no porque me pierda si no porque ya no conozco los lugares de moda) le puede pedir que lo lleve a donde su expendedora de fritos de confianza. Uno puede comerselos tranquilamente porque la mayor parte de los mitos sobre estas mujeres son falsos, y aún suponiendo que fuesen verdaderos, esos manejos antihigiénicos sólo le podrían mejorar el sabor a la masa.Se debe aprovechar para cenar algo de comida árabe; sin importar lo que uno piense de ellos, o lo conflictivos que parezcan en las noticias, suelen cocinar bien.

Claro, uno no puede irse de Cartagena sin visitar los sitios históricos. Yo siempre me prometo tomarles fotos para no tener que ir a ellos nunca más, pero para tomarlas necesitaría ir a ellos. Por haberlos conocido todos le propondría al viajero los siguientes planes: visitar el castillo de San Felipe, caminar por las murallas desde la india catalina hasta el hotel Santa Clara, sentarse en el parque de Bolívar a ver a los mejores ajedrecistas del mundo darse mate en tres jugadas, y finalmente ver televisión en su cuarto de Hotel, el resto de Cartagena se ve mejor en fotos.

Si el aburrimiento lo está matando salga a la calle, y busque algún habitante de ésta que se vea particularmente callejero. Invítele a una gaseosa bien fría y pregúntele por su vida, él le contará que estudió una carrera en el exterior, que fue una de las personas más brillantes de su generación, que ganaba millones, y que lo dejó todo por una mujer. Iban a escaparse para vivir juntos en un lugar en que nadie conociera el pasado de ella. Él le contará que lo abandonó en la iglesia, que sólo le dejo una nota pidiéndole que la entendiera, que la dejara en libertad. La historia será escuchada con asombro, y él se marchará al poco rato sin contar toda la historia, desaparecerá antes de que usted pueda reaccionar. Dudara luego de su historia, pero puede ser verdad, Cartagena cuenta con el mayor numero de locos ilustrados del mundo, algunos incluso son personas respetables.