viernes, septiembre 29, 2006

Cosas varias

Ayer mientras se acababa el congreso de comunicadores, empecé a sentirme un poco confundido, sabía que estaba en la clausura de un congreso, pero me sentía en misa, me levanté de mi silla, salí del coliseo, y me sentí culpable. Pero era una sensación de culpabilidad que no desaparecía, y que de cualquier manera no iba a desaparecer, sólo hay una manera en que puede terminar una misa catolica; cuando el padre dice: en el nombre del padre, del hijo y del espiritu santo, podeis iros en paz, o algo así ( el haber estado tanto tiempo sin ir a misa me hace olvidar las palabras exactas); cuando salí le pedí a un amigo que dijera las palabras, y luego de que las dijo por 5 vez (por fin como si fuera en serio) me sentí más tranquilo y pude irme tranquilamente.

Es raro el sentirme culpable por haber abandonado el coliseo antes de que dijeran: Podeis iros en paz; porque no me siento culpable al abandonar las verdaderas misas... Sera porque las misas no se hallan bien promocionadas? quiero decir, si las hostias supieran a chocolate tal vez no llevaria tantos años sin comulgar. Si los ritmos de los himnos tuvieran más de rock, tal vez me sabría más de ellos. Si las sillas fueran más comodas, tal vez podría estar mucho tiempo sentado en ellas sin sentirme cansado. Si no pudiera entrar cualquier persona tal vez me sentiría más comprometido con la iglesia. Si usted, mi lector o lectora está asientiendo con la cabeza, es porque siente igual que yo que la iglesia debería reformarse para enfrentar el tiempo presente, pero está bastante equivocado si cree que mis sugerencias deberian ser tomadas en serio.

En este momento está empezando en bogotá un festival de cuenteros, y a pesar de cuantas personas he conocido en lo ultimos meses (es increible), cuando me invitaron a la innaguracion del festival el martes en el MAMBO, solo se me ocurrieron dos personas con las que podria ir, pero una no esta disponible, y la que más me importaba creo que no puede, igual nenita intenta, si no me va tocar decirle a felipe, y ese niño es muy deprimente.

Felipe es como uno de estos perros de cara triste, desde que lo conozco no ha hecho más que quejarse de lo dura que ha sido su vida; y no es que me moleste porque sea mentira, me parece cansado porque aunque su vida no ha sido facil, el exagera un poco, además eventualmente termina quejandose de todo. No... el no es divertido, aunque los perros si lo son, y me gustaría tener un perro, un perro de tamaño mediano, que uno pudiera sacar a pasear sin sentirse gigante o avergonzado, me contentaría con un hamster gigante... o un gato con actitud de perro; serpientes no tendría no tengo corazón para darle a comer un raton todas las semanas, prefiero la comida que viene ya muerta, molida y con forma de galletas.

1 comentario:

Eliana dijo...

Nenita intentó y su padre, con quien cada vez tiene una relación más mala, la miró con cara de rencor. Nenita no supo qué pensar, pero mejor no se mete en problemas y se queda en casita.

Yo también desearía un perro, un perro grande que ladre cuando llegue y me babee la cara y me "apupuche" cuando yo esté acostada mirando T.V. mmm... un momento, eso podría ser un novio. Entonces quiero un novio-perro, o un perro que se vuelva mi novio...

Y Felipe es un caso triste. Sobretodo porque cuando uno analiza las cosas, hay gente con verdaderos problemas. Cuya vida ha sido, y es, mucho más dura que la que le toco vivir a él.