lunes, agosto 27, 2007

Ese es el problema

Un quimico japones, Hito, descubrió en el año 1956 la formula quimica de la eterna juventud; tras tomar un poco se sintió fortalecido, descubrió en el espejo que se veía igual que a sus 35; tomó un poco más, ya parecía de 29, y tras el siguiente sorbo no podía tener más de 23. No se sintió satisfecho hasta tener el rostro de un joven apenas mayor de edad. Para asegurarse de que el bebedizo no perdiera sus efectos con el tiempo, decidió esperar unos cuantos años antes de hacer publica la formula.

Unos veinte años despues se veía igual que el día en que había rejuvenecido. Había descubierto además que la pocion no sólo lo mantenía joven sino que le impedía ser dañado de manera permanente, pues las heridas desaparecían de un dia para el otro sin dejar cicatriz. El cabello le crecía si era cortado. Y lo más impresionante era que no importaba cuanto comiera, nunca aumentaba de peso, y aunque pasara muchos dias sin comer no le era posible morirse. Hito era perfectamente feliz, tenía dinero, fama, comía con las estrellas de hollywood un día sí, y otro tambien, y lo más importante, llevaba muchos años con una mujer joven que lo quería, y que él quería. Muchas veces había pensado en pedirle matrimonio, y muchas veces ella había sabido que él pensaba hacerlo.

Un día, cuando iba a entregar la formula a una farmaceutica internacional decidió suicidarse. La formula desapareció ese mismo día, y el secreto se perdió en el tiempo. Su suicidio fue un misterio durante muchos años, nadie entendía porque lo había hecho. La verdad se supo hace un par de meses en una entrevista hecha a la que había sido su novia. Y esta dijo que él se había deprimido profundamente tras su ruptura. La cosa es que había hecho una mala elección de palabras, y es que a la hora de terminar sólo se le ocurrió decirle que no podía estar con él, porque evidentemente nunca iba a crecer.

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