viernes, abril 04, 2008

Melancolía.

A pesar de mí mismo, de vez en cuando me siento melancolico, mejor aún a veces me permito vivirme melancolico. Hay en mi cabeza una especie de ciudad imaginaria, en la que todo es posible, en la cual puedo refugiarme si estoy aburrido para no sentirme sólo. Sé que es imaginaria, que no es real, y a decir verdad no llega a ser tan satisfactoria como la vida real. Pero no es de esa ciudad que quería hablar sino de personas que extraño hoy, porque si bien sus sombras viven en esa ciudad, y puedo decirles lo que sea que quiera decirles, cuando vuelvo al mundo real no estan allí. Y tengo demasiadas cosas que contarles.

Hay un vacio inmenso en mi alma, y tiene nombre, Juliana. He contado su historia tantas veces que ya todos deben hallarse mamados de oir de ella, pero en verdad la extraño. La extraño porque era mi amiga, porque nunca fue nada más que eso, porque la ame ( o creo que la ame) desde el mismo dia en que oí su voz por primera vez, porque me gustaba hablar con ella, y sentir que podía contarle cualquier cosa, pero sobre todo, porque ella me contaba de su vida sin pensar que yo la juzgaba o que la consideraba un ser inferior ( ocurre con mucha gente). Quisiera preguntarle porque se alejó de mi de esa manera tan dramatica, porqué le asustaba tanto mi cercanía, qué hice yo mal, para no volver a cometer ese error con otras personas. Y quisiera pedirle que me escribiera a mi mail raulinno95@gmail.com para poder hablar, que si ella prefiere que no nos volvamos a encontrar por mi está bien, pero que no me quite la oportunidad de hablarle, de leerla, de felicitarla el 2 de nov cuando cumpleaños; de saber que está bien. juliana P

Hace año y medio el 15 de octubre del 2006, conocí a alguien que hizo más por mi de lo que jamás hicieron terapeutas, drogas o religiones, y de una manera más dulce y divertida de lo que se podría esperar de las opciones que me podrían brindar los terapeutas o las drogas ( algunos cultos, con eso de las orgias rituales y la ingesta de alucinogenos podrían acercarse al nivel). Desde niño siempre había tenido miedo de no poder demostrarle mi cariño a otras personas. Sí había estado enamorado antes, y a Juliana la conocí antes que a Anastasia. Pero me suele costar mucho trabajo ser tierno con cualquier persona, mi madre no puede alardear de que yo le haya dicho muchas veces “te quiero”, no suelo ser cariñoso con nadie. Pero con Anastasia me costaba mucho menos darle un abrazo, o decirle que la queria, que con cualquier otra persona en la historia. Teniamos una amistad muy tierna. La extraño porque extraño poder ir a un bar con alguien, y hablar sobre todo un poco mientras nos mantenemos abrazados y tomamos cerveza o cualquier cosa que nos provoque ese día. Extraño ser el confidente de alguien, saberme importante para alguien. Saber que a alguien le importa si decido afeitarme la cabeza, aprender a exorcisar fantasmas, o dejo de ir a la U. Y si pudiera hablar con ella le diría que no creo en las segundas oportunidades, pero que siento mucho el no haber mantenido el contacto, y que sin ella mi ciudad está incompleta.

Y una canción muy bonita, no es lo que siento ahora. Sólo es bonita.



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